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Mostrando entradas de 2012

Cassandra

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Cassandra me habla en sueños, y me susurra al oído: 'Ese caballo será la destrucción de Troya', me suplica que le prendamos fuego, que lo alejemos lo más posible de nuestros templos y hermosos jardines; Cassandra augura entre s ollozos: '¡Ninguna gloria de tal tamaño puede venir sin un sacrificio!'. Pero, ¡oh! pobre Cassandra, maldita por el Dios Apolo, sus profecías no han de ser creídas por nadie, ni siquiera por mí. Así que la ignoro, y acallo sus llantos encerrándola en un calabozo, recibo con ciega e inocente alegría la llegada del Caballo, y me voy a dormir, a soñar con él. Y no me doy cuenta de que mientras duermo embelesado, el terrible corcel revela su oscuro secreto, y desata su furia contra todo lo que construí con tanto esfuerzo detrás de mis fuertes y seguras murallas, y saquea y desgarra, y me deja en la ruina, llorando, moribundo, junto con Cassandra, la peor de mis tragedias, la que yo invité a mi propia casa ...

Miedo

A estas horas de la noche –la medianoche, para ser más precisa- hago el enorme esfuerzo de escribir, de dar a luz a una idea, pero no viene nada a mí… Y tuve miedo de pensar que mi inspiración se agota, que ya no tengo nada más que escribir… ‘Es el miedo’… algo dentro de mí respondió.  ‘Sólo es el miedo’. No lo había pensado de esa forma. ¿Es posible que esa falta de inspiración, de motivos, sea sencillamente producto del miedo? Yo no creo tenerle miedo a las palabras, o a transmitirlas, al contrario, son mis mejores amigas, a veces las únicas que tengo. Pero no se por qué, esta vez coincidí con esa respuesta: sí tengo miedo. Y ese miedo no me deja escribir. He tratado ya varias veces. Al principio se lo atribuí a la tristeza, luego a la decidia, y luego a la distracción, pero aun así seguía sintiendo atoradas muchas palabras en la garganta y los dedos, palabras que quieren salir, pero no saben cómo. Fue por eso que decidí pausar por un momento el tren de mi vida y de mis emo

Paréntesis vanidoso

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Pasé un buen sábado al lado de la familia. Paseamos por la plaza, compramos cosas que no necesitamos, comimos, vimos películas y tuvimos una sesión de belleza. Es genial poder disfrutar durante todo un día de hacer cosas sin importancia, trivialidades que despejen la mente y nos hagan sentir bien. Algunos eligen dedicarse a leer, otros optan por cocinar o armar modelos en miniatura, arreglar el jardín o la casa, pintar, dibujar, tejer... Lo importante es hacer algo que nos aleje de la rutina, de lo que hacemos normalmente... Y yo, yo el día de hoy decidí poner a prueba mi paciencia y hacer esto: pintar y decorar mis uñas con mucha prolijidad :) y no, no se me cayó el coeficiente intelectual por hacerlo... Quizá muchos intelectuales gozarían mas si salieran del clóset y le dedicaran unos minutitos de su semana a la vanidad... dejo una foto y les deseo un buen domingo...

Actualizando: ¿Qué más queda, sino seguir?

Hace días que un conocido y colega me repite la siguiente frase: "¡Hay que escribir!", y lo dice porque ya ha pasado mas de mes y medio desde la ultima vez que publiqué un artículo en la prensa local... Dicho artículo ciertamente era una especie de catarsis acerca de mi vida y la vida de mi país, cargado de tristeza, por lo que no quise publicarlo en este blog, sin embargo, en este momento quisiera reproducirlo para ponerme al corriente y poder ya en un siguiente post, continuar con mi escritura, tal como mi compañero de oficina me sugiere.. Aquí les dejo mi reflexión del 10 de julio del 2012, titulada: ¿Qué más queda, sino seguir?: Ayer me levanté a las 6 de la mañana cuando aún el cielo estaba oscuro. Sin pensar mucho en lo que hacía, me puse unos pants, mis tenis y cuando ya comenzaba a clarear salí a correr a la calle. No importó que fuera lunes, o que la noche anterior me hubiera acostado a la una y media, ni importó el frío o el ligero y constante dolor de una vesí

La democracia está en la voz del que se manifiesta y dice ¡Basta!

A propósito de las marchas que se realizaron en todo el país en contra de Enrique Peña Nieto y del régimen Priísta que muchos ya no quieren para su futuro, rescaté un texto que escribí en el año 2010, cuando Veracruz estaba en plena contienda electoral por la gubernatura, y que escribí con esa misma convicción y arrojo que en estos momentos me ha movido a protestar al lado de esos jóvenes que por fin despiertan de un sueño de décadas, que por fin están experimentando eso que sus padres les contaban sobre las protestas y las consignas, sobre la organización estudiantil y sus poderosos efectos en el rumbo de los acontecimientos de una nación. El texto que reproduzco a continuación fue distribuido entre los ciudadanos de esta ciudad de Xalapa con motivo de la presentación que un colectivo de artistas, estudiantes y ciudadanos libres hicimos para mostrar nuestra visión de la Democracia en México. El Performance se llamó "México Libre", y consitió en la personificación de la

Sueños y ensueños

Estoy viendo un concierto que me ha puesto tan contenta e inquieta que decidí escribir acerca de ello, la canción que en estos momentos escucho se llama Free, en una versión con Chicago y Earth, Wind and Fire, el momento final del show, simplemente maravilloso. Los músicos de ambas bandas cantan juntos en el escenario, con unas sonrisas de oreja a oreja, bailan como se les ocurre, la gente les aplaude, se hacen caras graciosas entre ellos, se nota por sus atuendos que hace calor en aquel teatro al aire libre, aquella noche seguramente debió ser inolvidable para los asistentes. Y aquí donde estoy yo también hace calor, pero de ese calor fugaz que antecede al frío, ese frío que ya me tiene harta. Es sábado, un día de descanso, pero no para mí, pues sólo ahora me he tomado una pausa después de trabajar algunas horas para poder continuar en un rato, todo el día de mañana y los próximos meses. El concierto que miro me lo prestó una persona a quien yo quiero mucho, y ya lo habíamos visto j