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Mostrando entradas de septiembre, 2010

¡Eso que importa!

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Me encanta silbar, es uno de mis hábitos favoritos. Afortunadamente puedo silbar, porque me he dado cuenta de que no a todos les sale, sin embargo, es un pequeño placer que muchas veces me veo obligada a reservar para aquellos escasos momentos del día en que silbar es "correcto" (dejen de buscar la relación entre Obama abrazando a un nativo nortemaricano y lo que estoy diciendo, ahora lo entenderán...) ¿Correcto? ¿Algo tan simple como silbar una melodía puede caer en el terreno de lo malvisto? Desde luego que sí, vivimos en un mundo donde ciertas atrocidades como las corridas de toros son aceptadas y hasta aplaudidas por la gente, mientras que algunas otras inocentes actividades como reir mientras se camina solo por la calle son rechazadas y aislan del resto a quienes las practican. ¿Quien es el que marca en este mundo lo que es correcto y lo que no lo es? ¿Por qué adelgazar hasta desaparecer es sinónimo de ser bella o bello, y ser rollizo está mal? ¿Por qué todo el

Paréntesis

Una mañana como todas, me desperté pensando en ti, y al hacerlo me di cuenta de que ya no te extrañaba. Desperté con el recuerdo del tiempo en que estabas aquí conmigo y ya no lo añoré. Pase mi mañana pensando en tus defectos y en lo mucho que me hacías enojar. Comí recordando cómo me hiciste sufrir, cómo me lastimaste cuando más te necesitaba. Transcurrió la tarde y yo evocando tu voz tranquila, tu mirada triste y tus manos largas, recuerdos tuyos cada vez más pequeños, cada vez menos claros. Cayó la noche y me pregunté qué estarías haciendo, si es posible que así como yo, hayas seguido adelante con tu vida sin necesitarme. Fui a dormir pesando en lo poco que me hacías falta, y justo antes de quedarme dormida, descubrí que, una vez más, había pasado mi día entero pensando en ti, y en lo mucho que te extraño... <<Il y a longtemps que je t’aime, jamais je ne t’oublierai>>