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Mostrando entradas de agosto, 2010

Tiempo de poesía

Hace unos días vi la película Invictus , dirigida por Clint Eastwood, que cuenta la proeza realizada en Sudáfrica por la escuadra nacional de rugby, los Springboks, al proclamarse campeones del mundo en 1995, después de haber sido considerado uno de los peores equipos. También nos retrata la conmovedora historia del gran Nelson Mandela, recién electo presidente de Sudáfrica en aquella época, y de cómo a través del rugby y de los Springboks, logró dar uno de los primeros pasos hacia la unificación de su país. Sin duda una obra maestra del cine, que nos sorprende a cada momento con todos sus elementos: guión, música, fotografía y las maravillosas actuaciones de Morgan Freeman y Matt Damon en los protagónicos. Invictus tenía todo para ser una de las grandes ganadoras de este año, sin embargo, fue vencida por la pieza militar de Katherine Bigelow, The hurt locker, amén de los gustos norteamericanos.   Pero el motivo de esta entrada no es el de hablar de cine, sino de poesía. Pues bien, u

Corazón: diario de un niño, a la luz de un experto

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Uno de los libros que más disfruté leer en mi infancia-adolescencia, a sugerencia de mi padre, fue el de Corazón: diario de un niño , título castellano de la obra decimonónica del italiano Edmundo de Amicis, Cuore , que narra las aventuras a lo largo de un año escolar, de Enrico, un niño de Turín que funge como narrador de la historia contada a través de las páginas de su diario personal. Esta sencilla pero conmovedora historia presenta a una Italia costumbrista y sobretodo pedagógica, resaltando ante todo los valores de la amistad, la honestidad y la valentía, dirigida a una infancia y a un pueblo en formación. Sin embargo detengo mi escueto análisis de ligas menores para cederle el honor a un querido amigo que realizó una excelente reflexión de esta obra para la revista Letras Libres en su edición de junio de 2009, y al que felicito sinceramente por ser tan buen escritor, chef y mi nuevo primo político. Salud a Fabri, y un abrazo a su dulce Lara, mi querida hermana mayor. Corazón,

¡Qué mujeres!

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¿Sabes quiénes fueron Edith Piaf, Julia Child, Coco Chanel y qué tienen en común? Edith Piaf fue la reina de la canción francesa, dueña de una legendaria voz que fue adorada por miles de personas en todo el mundo. Julia Child fue la autora del libro Dominando el arte de la cocina francesa, el libro que le enseñó a los Estados Unidos de América a comer bien. Coco Chanel fue, pues Coco Chanel, ícono de la moda francesa y de la mujer moderna, cuyos diseños siguen marcando tendencias aún en nuestros días. Las tres fueron mujeres excepcionales en su tiempo, caracterizadas por su implacable determinación para conseguir lo que se proponían. Las tres amaban París más que a cualquier cosa en este mundo. Las tres tuvieron un gran y apasionado amor en sus vidas, y las tres sufrieron tragedias personales que las marcaron para siempre. La Piaf tenía, además de su voz, una encantadora personalidad que lograba enamorar a todos los que se acercaban a ella, era dueña de su público e incluso de los

Vivir de veras

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Posiblemente no hay un sólo ser humano en este mundo que no le tenga miedo al cambio. La incertidumbre de lo desconocido nos provoca ansiedad y angustia. ¿Qué va a pasar ahora? ¿Cómo sabré que hacer? ¿Será una buena decisión?  ¿Y si todo sale mal? ¿Y si me arrepiento?... No hay nada más aterrorizante que ser sacado de la cómoda rutina, de lo familiar, de lo cierto, para ser lanzado a situaciones nuevas donde nada es seguro, donde hay que empezar otra vez, donde hay que actuar diferente. Ya nos lo hicieron una vez cuando vivíamos tan felices en el vientre de nuestras madres, día tras día, tibios y protegidos, cuando de repente, ¡zaz!, empiezan los empujones, y lo siguiente que sabemos es que tenemos mucho frío, la luz nos asusta, todo da vueltas y un hombre en bata nos golpea el trasero. Después de ese trauma infame pasaremos el resto de nuestras vidas tratando de volver a sentirnos a salvo. Y para eso, hacemos planes... o la gente que nos cuida los comienza a hacer por nosotros. Nos

Que bonita es la mentira

Desde que somos pequeños aprendemos en la casa y en la escuela que mentir es malo y debemos de evitarlo a toda costa; el mentiroso es un personaje rechazado por los demás, indigno de confianza; las leyes incluso señalan castigos de todo tipo para los que no dicen la verdad. Y yo me pregunto, ¿de verdad es tan mala la mentira? Mi infancia fue como la de tantos, tranquila y ordinaria, sin embargo, estoy segura de que fueron las mentiras las que la hicieron especial. Yo fui una niña dichosa gracias a Santa Claus, Los Reyes Magos, el Ratón de los dientes, el Angelito de la guarda, las hadas, las brujas y los fantasmas. Todos ellos creados por mis amorosos padres para que yo pudiera tener ilusiones. Y también sentí un indescriptible alivio al saber que mi tortuguita no había muerto, sino que se la habían llevado a una granja de tortugas donde iba a curarse y a vivir con sus demás hermanas. Yo no creo que esas mentiras fuesen malas, al contrario. En la adolescencia, cuando me ponía para sali

¡Salud!, Prost!, Cin cin!, Cheers!...

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He aquí la historia de la costumbre más practicada en todas las culturas del planeta, para los amantes del copeo... La palabra "brindis" viene de la expresión alemana "Ich bring dir's" (yo te lo traigo). Esta palabra llega al español por medio del italiano. En 1527 los lansquenetes alemanes de Carlos V saquearon la ciudad de Roma y celebraron la victoria alzando sus copas y gritando esa expresión. Se dice que la tradición de chocar copas viene de tiempos medievales. Después de la caída del imperio romano y la invasión de los antiguos alemanes, cada pueblo tenía un káiser. Cuando un káiser quería expandir su control a otro pueblo, casaba a su hija con el príncipe del otro reino, después invitaba al otro rey a una fiesta y le ofrecía un vaso de vino envenenado. Para evitar caer en la trampa, cuando un rey ofrecía un vaso de vino a otro rey, este chocaba su copa con la del otro rey para que sus vinos se mezclaran. Si es que lo iban a envenenar, por lo menos el ot

El origen de las Vacaciones

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A todos nos gustan las vacaciones, pero ¿sabemos de dónde viene la palabra Vacación y la costumbre de tomar días libres para viajar a lugares hechos para el descanso?... En la antigua Roma los Díes Vacantes (de Vacatio, exento de obligación) eran, al contrario que en la actualidad, los días en los que se trabajaba pero que estaban exentos de obligaciones religiosas. Más tarde, en la edad media, y según consta en Las Partidas de Alfonso X, los campesinos tenían derecho a las vacatio judiciales, o lo que es lo mismo a las vacaciones judiciales. Vacaciones algo peculiares, ya que eran el derecho que tenia el campesinado a no ser citado por los tribunales durante los dos mees de máxima labor en el campo, que coincidían con el verano, para que estos no descuidasen sus obligaciones. Como los jueces se verian con poco trabajo, pues decidieron tomarse el verano (coincidiendo con el mayor rendiemiento del campo) de descanso, y por ello se tomaron tres meses de vacaciones. Cómo el Clero viero

En el reino de los sentidos

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Hay momentos del día en los que cierro los ojos y todo lo que está alrededor mío desaparece. Sobretodo los momentos tristes e incómodos, instantes en los que la memoria o los zapatos lastiman, en los que cada defecto se hace enorme e irreparable. Dejo de mirar y mi mente viaja a miles de kilómetros, dejando tras de sí todo sentimiento oscuro. Vuelo con el viento hacia lugares donde la brisa reconforta y el sol acaricia con suavidad. Lugares en los que el tiempo no corre con prisa, y los prejuicios son cosa inútil. Y entonces me siento bien y sonrío, porque tengo una imaginación capaz de recordarme que siempre hay mejores sitios a dónde ir y mejores momentos para vivir, que no todo se derrumba ante un simple obstáculo cotidiano. Cuando tengo un problema siempre evoco aquellas simples pero magníficas cosas que más me gustan de esta vida. El color de los girasoles, el olor de una pizza recién horneada, el sonido del mar, la emoción de un beso nuevo, el sabor del vino y esa sensación de c