Sueños y ensueños

Estoy viendo un concierto que me ha puesto tan contenta e inquieta que decidí escribir acerca de ello, la canción que en estos momentos escucho se llama Free, en una versión con Chicago y Earth, Wind and Fire, el momento final del show, simplemente maravilloso. Los músicos de ambas bandas cantan juntos en el escenario, con unas sonrisas de oreja a oreja, bailan como se les ocurre, la gente les aplaude, se hacen caras graciosas entre ellos, se nota por sus atuendos que hace calor en aquel teatro al aire libre, aquella noche seguramente debió ser inolvidable para los asistentes.

Y aquí donde estoy yo también hace calor, pero de ese calor fugaz que antecede al frío, ese frío que ya me tiene harta. Es sábado, un día de descanso, pero no para mí, pues sólo ahora me he tomado una pausa después de trabajar algunas horas para poder continuar en un rato, todo el día de mañana y los próximos meses. El concierto que miro me lo prestó una persona a quien yo quiero mucho, y ya lo habíamos visto juntos y pensado lo mismo: esos hombres sí que son felices con lo que tienen.

Yo se que no todos podemos ser en esta vida actores, músicos, atletas o simplemente millonarios, pero debo admitir que mi ser hierve en envidia cada vez que veo un concierto así, cada vez que veo los Oscares, las Olimpiadas, alguna ópera, o los programas de Travel and living.

Mi mente viaja a cientos de kilómetros por hora, imaginando cómo sería de feliz si mi trabajo fuera tocar un instrumento musical o cantar en una banda, actuar en películas, bailar en una compañía de ballet clásico. Lo peor es que mi familia jamás me prohibió o me cerró la posibilidad de dedicarme a cualquiera de esas cosas, yo solita elegí mi profesión, yo solita caminé hasta donde estoy.

No es que mi carrera, la Historia, me desagrade, todo lo contrario, es una de mis pasiones en este mundo, sin embargo, en estos pocos años que llevo de vida laboral he descubierto que lo que a mi más me gusta es moverme, no permanecer en un solo sitio, y desde luego, las expresiones artísticas.

Sin embargo mi trabajo actual, que poco tiene que ver con la Historia, y mucho menos con el arte, es uno de esos en los que la paga es buena, pero la calidad de vida no. Actualmente mi rutina es así: despertar, baño, vestirme, oficina, comer, oficina, cena, dormir. Esa no debería ser la rutina de nadie, todos deberíamos poder construir nuestras vidas al margen, cumplir poco a poco nuestros sueños y darnos uno que otro capricho por lo menos unas horas al día, está comprobado que trabajar de más no significa trabajar mejor. En fin, es por eso que cuando veo un concierto como este, no se me ocurre mejor cosa que fantasear que mi vida podría así.

Pero no hoy, hoy vino a mi otra idea muy diferente, no la típica de “como me gustaría…” Esta vez se me ocurrió no dejarlo en un simple suspiro y prometerme solemnemente y ante esta página, el no dejar los sueños empolvar sino empezar desde ahora mismo a construirlos.

Así que heme aquí, con casi metro y medio de estatura, haciendo un pacto que no he de romper. Desde este momento voy a encaminar todas mis acciones de manera que un día en mi futuro pueda:

1. Escribir libros, particularmente sobre historia de la cultura y del arte

2. Tener un negocio pequeño cerca de la playa, una barra con cervezas, cocteles, botanas y música en vivo

3. Usar vestidos holgados y sandalias todos los días, con el cabello muy largo, y no usar tacones altos ni maquillaje

4. Vivir en un lugar no muy grande sepultada entre libros, pinturas, instrumentos musicales, discos y películas, con un balcón lleno de plantas y una banca mecedora.

5. Escribir canciones, cantarlas y grabarlas en discos

6. Escribir guiones de películas

7. Participar ocasionalmente en algún círculo de teatro

8. Ser promotor cultural y organizar conciertos o exposiciones de artistas de otros países

9. Tener una hija o un hijo que sea mi amigo, que pueda consentir y criar libre de complejos y prejuicios

10. Ser pareja de alguien que ría y platique conmigo siempre, sin presiones o roles asignados, alguien con quien leer y con quien ir al cine, con quien contar, a quien amar sin reparos


Todo eso va a ser posible porque hoy decidí que así tiene que ser, y no de otra manera. No voy a dejar pasar un día más anhelando cosas que yo misma puedo conseguirme con esfuerzo y sobretodo con determinación. Quise escribirlo para que conste en alguna parte, para que alguien sea mi testigo, para obligarme a no ceder.

Por lo pronto, termino este post y me voy a dormir, para despertar mañana temprano, terminar todo mi trabajo pendiente y asegurarme de que en estos meses siga ganando dinero para ahorrar y comenzar una maestría, para seguir escribiendo y seguir ahorrando, para que un día de estos pueda mirar mi propia vida y decir: "Vaya que soy feliz con lo que tengo".

Nighty-night…

Comentarios

  1. EMILIO CARDENAS ESCOBOSA5 de marzo de 2012, 13:36

    Y ASÍ SERÁ, PORQUE LO HAS DECRETADO. A POR TUS SUEÑOS...BESOS MIL

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Una larga y mágica reflexión

El espacio que ocupan las cosas

¡Qué mujeres!