De viaje

Ha pasado algo de tiempo desde que escribí por última vez aquí... este año trajo consigo todo el paquete de emociones posibles para mi. Empecé con la partida de este mundo de mi abuelito, al que tanto quería, y eso ya es mucho para comenzar un año.
Sin embargo eso fue lo que me permitió llegar a vivir con mi abuelita, a quien quiero mucho, a quien adoro, pero a la que no conocía tan bien como ahora. Acompañarla en sus meses de duelo, cocinar con ella, ver la televisión juntas, ir al supermercado, contarnos historias, dormir juntas, nos acercó mucho más, nos hizo entendernos la una a la otra, y aunque en esos meses me volví un tanto aislada de mis rutinas, aprendí muchas cosas importantes, y valoré tantas otras.
Después vino el viento del cambio, y la oportunidad de irme en un viaje muy lejos, a estudiar, a vivir cosas nuevas, a conocer otros paisajes. Y en ese proceso también me rompieron el corazón, la persona a quien yo quería más, a quien le confiaba todo lo que yo era y quería ser. Recibí una de esas puñaladas traperas que a nadie se le desean, a dos días de irme tan lejos, sintiéndome tan nerviosa y vulnerable.
Y me fui...y dejé atrás mi vida entera, no así a mi querida familia y amigos cercanos a quienes llevo siempre conmigo, sin importar qué tan lejos vaya.
Y ahora estoy aquí, casi al otro lado del mundo, tomando jugo de naranja y escribiendo esta entrada.
Nadie dijo que alejarse era la cosa más fácil. Ya en otros escritos que he publicado en otros lugares he dicho que lo primero que se sufre es de incomodidad, de la falta de todo lo conocido, de nuestra cama, nuestros libros, nuestro café. Pero luego eso se olvida ante la maravilla de conocer lo nuevo, de soprenderse y llenarse de ideas nuevas.
Después lo que se sufre es lo efímero, porque cuando se viaja, y no se está en un sólo sitio, todo lo que llega ha de irse, todos los nuevos horizontes de esfuman y todos los rostros nuevos se despiden. Y eso es duro, porque quizá siempre se ha de extrañar más lo nuevo que lo viejo, lo que apenas se estaba descubriendo.
Sin embargo, estar en un viaje es como estar en la vida, si no se aprovecha cada instante, si uno se queda estancado en lo que se fue, en lo que no está, entonces se pierde uno de lo nuevo, de lo que viene, lo que espera.
Hoy no tenía muchas ganas de despertar, porque me sentía triste, porque tenía uno de esos ataques de nostalgia. Sin embargo, empecé a pensar, a pensar, en todo y en nada. Me di cuenta de que no hay ningún problema, todo está muy bien, de maravilla. Es sólo la cabeza que nos juega bromas pesadas, que nos pellizca, y que puede hacernos llorar si la dejamos, si decidimos hacerle caso cuando nos susurra: ¿estás seguro de los que estás haciendo?
Pero es como una mosca que zumba, que aturde, sólo es necesario tirarle un manotazo para que se vaya y nos deje tranquilos. Así que me paré (no de un salto, porque no soy tan flexible), y me preparé el desayuno. Puse la música, leí las novedades en las redes sociales y comencé este texto.
Verán, lo que más me gustaría de este viaje, que no se cuánto irá a durar, es escribirlo todo, llevarlo todo a las letras y a las reflexiones, para que si alguna vez algún viajero nostálgico necesita de un poco de ánimo, encuentre esto y se de cuenta de que todo está en cómo nos tomamos las cosas, en cómo decidimos afrontar la vida, con risas o con llantos, con suspiros de emoción o suspiros de tristeza.
Al final, esta vida es tan fugaz, y tan efímera que no da tiempo más que una sola cosa: vivir o sufrir, y creo que vivir siempre es mejor.

Ahora iré a vestirme y no se, tal vez salga a caminar, tal vez no (es domingo y he caminado toda la semana), quizá me quede escribiendo y leyendo con una copa de vino, pero lo que haga lo haré segura de que estoy en el camino correcto con mucho por delante para explorar.

Buen día a todos :)

Comentarios

  1. BELLÍSIMO, COMO SIEMPRE

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  2. Yuri, al leerte te acompaño en tu andar por ese mundo nuevo, mágico. Una décima de Paco Morosini, hará más fácil tu camino. Te abrazo chicuela. Gloria.

    OCTUBRE me huele a hojas
    que caen silenciosamente,
    el invierno se presiente
    y el calendario deshojas.
    Muchos recuerdos alojas,
    del tiempo ya transcurrido.
    De los meses que han partido
    te queda feliz memoria,
    pues aunque todo es historia,
    para vivir has nacido.

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  3. Yuri te acompaño en un abrazo cálido y en tu andar firme y seguro! camina, vuela, escribe, ama, y vive los momentos de felicidad que la vida te brinde! suerte mi niña convertida en toda una mujer!
    te quiere Teacher Gina

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