Tiempo de poesía
Hace unos días vi la película Invictus , dirigida por Clint Eastwood, que cuenta la proeza realizada en Sudáfrica por la escuadra nacional de rugby, los Springboks, al proclamarse campeones del mundo en 1995, después de haber sido considerado uno de los peores equipos. También nos retrata la conmovedora historia del gran Nelson Mandela, recién electo presidente de Sudáfrica en aquella época, y de cómo a través del rugby y de los Springboks, logró dar uno de los primeros pasos hacia la unificación de su país. Sin duda una obra maestra del cine, que nos sorprende a cada momento con todos sus elementos: guión, música, fotografía y las maravillosas actuaciones de Morgan Freeman y Matt Damon en los protagónicos. Invictus tenía todo para ser una de las grandes ganadoras de este año, sin embargo, fue vencida por la pieza militar de Katherine Bigelow, The hurt locker, amén de los gustos norteamericanos. Pero el motivo de esta entrada no es el de hablar de cine, sino de poesía. Pues bien, u